jueves, 25 de marzo de 2010

Aperto libro

INMODESTIA
(Sencillas líneas para explicarme)

No, hermano,
yo no quiero
aplausos ni “homenajes”…
Perdona la inmodestia:
Me explicaré en la forma más sencilla.

Yo quiero que tú ignores dónde vivo;
pasar al lado tuyo en la sexta avenida
con mis pobres zapatos, sin que sepas que soy
aquél por quien preguntas haciendo conjeturas
acerca de sus años, de su rostro y su traje…

Quiero que tú, incluso, cuando pases de prisa
me botes de la acera sin darme una disculpa,
mientras llevas
pulcramente doblado en tu bolsillo
el recorte de mi último poema,
ese poema donde mi dolor
posa su torturada mariposa
sobre tu pecho herido;
o aquél, donde mi risa
es un brindis coral con tu risa y la de otros
y la de otros muchos
que miran a la vida
con rostro de Alegría y Esperanza…

Que no sepas quién soy cuando me encuentres,
mientras ostentas orgulloso, hermano,
un geranio encendido
cortado en los plantíos donde mi Amor florece
en corolas de lumbre para ti y para todos;
un geranio de luz, hermano mío,
que brille –honda estrella– en tu pecho,
como mi pecho, claro
y abierto…

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