jueves, 21 de noviembre de 2013

Aperto libro

Que gran cantidad de equivocaciones las que cometemos los que hemos pretendido enseñar sin haber alcanzado todavía la madurez del espíritu y la tranquilidad de juicio que las experiencias y los mayores conocimientos van dando al final de la vida. El mero conocimiento no es sabiduría. La sabiduría sola tampoco basta. Son necesarios el conocimiento, la sabiduría  y la bondad para enseñar a otros hombres. Lo que deberíamos hacer los que fuimos alguna vez maestros sin antes ser sabios, es pedirles humildemente perdón a nuestros discípulos por el mal que le hicimos.

Leído en: El olvido que seremos
Escrito por: Héctor Abad Faciolince

lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Será posible que los muertos vuelvan a vivir?

Al salir de la casa, junto a mi hijo, una sonriente señorita nos abordó, al momento que nos entregaba un volante, al que llamó "tratado", nos hizo la cordial invitación a leerlo y reflexionar sobre su contenido junto a la lectura de la biblia.
El titulo del documento es ¿será posible que los muertos vuelvan a vivir? y, debo darle la razón a quién me lo entregó, es importante la reflexión al respecto.
Si es posible que los muertos vuelvan a vivir, no me interesa. No tengo evidencia palpable de ello, ni puedo vivir en función de esa posibilidad. Hoy estoy vivo, hoy siento, hoy estoy consciente de mi vida y decido dedicarme a vivirla, punto final.
No encuentro beneficio alguno en creerme una oferta imposible de probar: "va a haber resurrección" (Hechos 24:15).
No puedo encontrar consuelo cuando muera un ser querido debido a dicha esperanza. Una oportunidad tengo para demostrarle mi cariño a quien lo deseo, si la dejo pasar es simple, la perdí. Me sirve mas tener plena consciencia del valor del hoy y no dejarlo pasar.
La muerte es una realidad, somos finitos. Si busco un alivio fantástico para evitar el temor obsesivo a lo inevitable, sólo vivo un engaño que me impide amar lo que realmente vale "la vida".
Hace mas de 2,300 años Epicuro afirmaba, creo que con razón: "si donde yo estoy no está la muerte, y donde está la muerte no estoy yo, ¿por qué temerla?".