lunes, 23 de abril de 2012

De cruzadas

Siempre me sorprendieron las historias de cruzadas. El rey Ricardo abandonó su trono en Inglaterra y en su ausencia se desarrolló toda la trama del príncipe Juan contra el ladrón mas querido de las leyendas, Robin Hood, solo por citar un ejemplo, pero abunda el material sobre el cuál se puede conversar porque las cruzadas  se realizaron durante un período de casi 200 años. Los motivos de estas guerras eran principalmente religiosos y su propósito final era el de obtener una indulgencia.
Actualmente se libran cruzadas, no tan sangrientas, pero quizá un poco violentas con el propósito hacer valer propuestas consideradas ideales. La que mas destaca es la cruzada en pos de la democracia. Se le atribuyen características y bondades que la convierten en una panacea por la que vale la pena todo sacrificio. Lamentablemente, al igual que las cruzadas de la antigüedad, son luchas que no conducen al destino deseado porque los motivos no son racionalmente comprendidos.
Ya tenemos treinta años de elegir por medio de la elección popular a los gobernantes de nuestro país y seguimos a la deriva. La corrupción nos corroe, la incapacidad de los gobernantes es incuestionable, la justicia es privilegio de unos pocos y fácil de evadir. En fin, la democracia no nos ha ayudado a elevar nuestro nivel de vida, tal como prometen los políticos durante sus campañas.
Democracia es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la  titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo. En sentido estricto la democracia es una forma de organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que le confieren legitimidad a los representantes. (Fuente: Wikipedia).
El problema es que confundimos democracia con república, esta última es el gobierno de leyes y si es un motivo correcto para emprender una cruzada ideológica.

miércoles, 11 de abril de 2012

Filosofos

¿Quién es filósofo?
Puede ser que el filósofo sea quien sabe la historia de la filosofía y es capaz de distinguir a los diferentes autores con sus respectivas propuestas. Entonces debemos creer que para ser filosofo es necesario pasar mucho tiempo estudiando, leyendo mucho. No basta con leer El mundo de Sofía de Jostein Gaarder. No bastará con conocer las referencias que se hacen a los trabajos de los filósofos, denominados asi históricamente. Es necesario leer, que digo leer, es necesario "estudiar" La critica a la razón pura, para tener un criterio bien formado sobre Immanuel Kant si deseo colgar el titulo de filósofo en la pared principal de mi sala de estudio. Para que mis realizaciones sean acordes a mi aspiración filosófica deberé, entonces, dedicarle muchos años de consciente esfuerzo a la obtención de un grado académico que me avale como filosofo. 
Y puede ser que no, que el filosofo sea alguien que se dedica a estudiar los problemas de la vida y a buscar la forma de entenderlos racionalmente. Claro que sin algunos estudios sus conclusiones quizá sean muy anticuadas, porque resolverá los problemas de la misma forma que ya lo hicieron otros antes. Sufrirá por las limitaciones de no pararse sobre los hombros de gigantes. Pero puede ser que los problemas los plantee y solucione de formas no tradicionales por no estar influido, ni condicionado.
Personalmente no dispongo de tiempo para estudiar al nivel de un experto de la historia filosófica y únicamente me interesa saber la generalidad de las corrientes filosóficas. De momento, ya tome una decisión en base a lo que conozco. Se que Platón y Aristóteles tomaron caminos divergentes, yo me inclino por aceptar la propuesta del segundo de ellos, que la realidad existe. Después asumo la propuesta de Rand, para conocer la realidad dispongo de mis sentidos y para actuar de acuerdo a la realidad dispongo de la razón.
Ninguno de ambos cumple con el requisito ser un historiador titulado en filosofía, pero sus propuestas me parecen sensatas. Y eso basta para mi que únicamente me sirvo de la filosofía para entender mi vida.