El periodico, justo en mi puerta.
La sonrisa de mi hijo, puntual y sincera, como todas las mañanas.
La dulzura de mis hijas, transparente, vital.
Mi taza de café caliente.
Mi rayo de sol.
La infaltable presencia de un libro pendiente.
La comodidad provista por el poder de la mente humana.
Radio, internet, cama, horno, cafetera, silla, libro...
El recuerdo de las alegrías de ayer y
la ilusión de los sueños pendientes de cumplir.
Que linda mañana,
Que lindo día,
Que vida tan linda.
2 comentarios:
...y todo se origina en la cuarta.
Asi es, mi estimado Edmen.
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