lunes, 30 de marzo de 2009

Simple

A pesar de todo lo que trato de aparentar, soy un hombre simple.

Basta un "feliz noche papito" para hacerme sentir en la cima del mundo.

Todas mis angustias se derivan de las busquedas, tan elaboradas, que hago para encontrar mi felicidad. Hoy, mas de 20,000 paginas después, encuentro que la dicha, mi dicha, está en las cosas mas sencillas.

Me faltan palabras para describir lo que pienso y siento, solo puedo compartir una hermosa historia contenida en el libro "Las mil y una noches", que don Paco resume así:

"Cierto hombre de Bagdad, cuenta Scherezade, se quedó dormido al pie de la fuente del huerto que labraba para sostener a su familia. Y allí soño con un genio que chorreando agua de la cabeza a los pies y con una moneda de oro entre los dientes, le decía: "Tu fortuna no está aquí, sino en el Cairo. Ve allí y encontrarás el tesoro que el destino te tiene reservado".
Nuestro hombre no lo pensó dos veces y, armándose de valor, emprendió viaje a Egipto. Pero, una vez en El Cairo fue confundido con un ladrón, detenido y azotado. El caíd le inquirió entonces los motivos que le habían llevado hasta allí. Y, entre humillado y contrito, el hombre de Bagdad le contó el sueño que había sido la causa de su desgracia.
El caíd rompió a reir. Hombre estúpido y crédulo, le dijo, tres veces he soñado yo con un huerto de Bagdad, en el que se me aparece una fuente y, bajo de ella, un tesoro. Nunca creí esa patraña que un genio insistía en contarme. En cambio, tú has abandonado tu familia y emprendido un viaje lleno de peligros para terminar apaleado, vejado y con tus miseros huesos en la cárcel. Anda, regresa a Bagdad, y que no vuelva a verte por aquí...
...pues sabrás que nuestro hombre volvió a su casa abatido y pasó mucho tiempo lamiéndose las heridas por tan aspera experiencia y recordando entristecido lo que le había dicho el caíd y el genio de la moneda entre los dientes.
Pero un día, de modo inesperado, tuvo un barrunto y, con el corazón dando brincos, corrió a cavar bajo el manantial que brotaba en su huerto. Y, efectivamente, allí yacía enterrado el sueño del caíd, el tesoro de cuya existencia no habría tenido noticia de no haber viajado a El Cairo."


Feliz noche hijita linda, muy feliz.

1 comentario:

Edwin Augusto Méndez Lara dijo...

o se que ya tenés tu tesoro.