No soporto mas, la hora por fin llegó. Mis cansados pies me impiden pensar en un paso mas, ni uno mas. Mis ojos ya no resisten, el cansancio final me hace creer que todas las páginas leídas no han servido para nada mas que acelerar la llegada del final.
Lo que en otro momento me proporcionó felicidad y placer resulta intolerable en este momento. La familia cercana, interesada en compartir un instante mas de mi vida, rodea el lecho en que reposo; con la esperanza arrancarme una postrer caricia o una sonrisa para agregar a sus recuerdos junto a mi.
A mis oídos únicamente llega el sollozo de mi hijo, que la madre, ya al borde de la paciencia, intenta callar con palabra cariñosas.
Mi consciencia es mínima, la razón está a punto de abandonarme, no logró comprender la petición de la hija que no se ha separado de mi lado desde hace muchas horas.
Muchas palabras por decir, sueños pendientes de realizar. Cuentas por pagar y por cobrar, juegan intercambiando lugar entre las columnas del debe y el haber al momento de llegar la conclusión.
Divago y soy incapaz de comprender las palabras de los locutores del noticiero nocturno que llegan a mi como un susurro.
Basta, en mi terminal arrebato de voluntad apago la televisión, saco a todos del cuarto porque quiero dormir.
5 comentarios:
Hay momentos duros. Algunos solo pasan despues de desconectarse y dormir. Otros, solo se anestesian. Ojalá pase pronto...
Si necesitàs un aliviane tengo de aquellas pastillas "ese" de las que lo ponen "flojito y colaborador", ¡ya vas!!!
Hay que verlo desde otra perspectiva, quizá no es necesario sacar a todos del cuarto, quizá uno deba salirse.
Al fin pude ver bien su blog.
Salú pue.
bueno cuando llega la hora llega y no importa sacar a todos del cuarto!!!
me gusta mucho lo que escribio sobre el ultimo momento
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