martes, 16 de marzo de 2010

Mi Maru



En Cotidiano la autora hace referencia a su recién fallecida abuela.

La reflexión de Ades me movió a pensar en mi madre. Quizá los ojos, con que la miro, llenos de amor y gratitud me hacen sobredimensionarla, pero la evidencia de sus actos cotidianos me revela razones poderosas para quererla.

Mis padres se separaron cuando yo tenía cinco años. Mi papá busco por otros rumbos la realización de sus sueños, creyendo que no era al lado nuestro que los podía lograr. Mi Maru y yo nos quedamos viviendo con mis abuelos que nos apoyaron sin condiciones.

Ella es enfermera y está jubilada desde hace varios años. Ambos somos originarios de Xela y nos aventuramos a venir a la capital de Guatemala hace mucho tiempo. Ella ya se regreso a la tierrita y yo no lo hago porque aquí forme mi familia y deseo permanecer a la par de mis hijos, aunque ya desde hace muchas gardenias de plata, que el Sexto Estado me reclama el regreso, con fuertes punzadas de nostalgia en el corazón.

Ella anda rondando los ochenta años pero su compromiso por exprimirle el jugo a la vida la empuja a levantarse muy temprano a desarrollar una constante actividad que cesa hasta muy tarde por la noche. Durante el día, escasamente se sienta solo para las comidas. Cocina, juega con sus nietos, sale, entra, quita, pone, lava, limpia, ensucia, limpia, atiende su negocio...
... y por las noches duerme plácidamente, como duermen solo los que se merecen el descanso. Lo mas interesante de toda su actividad es que en todos sus actos revela un intenso amor por los suyos.

Es bajita, pero distinguir su presencia es inevitable. Se hace notar por la dulzura y paciencia que derrocha en todos sus actos.

Claro, tiene sus defectos, pero pareciera que son intencionales; pues cumplen el propósito de resaltar mas sus virtudes.

Ella, siempre está allí y es la fuente de fortaleza de nosotros. Paradójicamente, el que pareciera ser el miembro mas frágil de mi familia, es el principal punto de apoyo para nuestra estabilidad emocional.

Bendigo a la vida por esa mayúscula y maravillosa mujer.

2 comentarios:

Alexxx dijo...

conmovedor tu post, muy bueno!

Anónimo dijo...

cuando la tierra reclama urge regresar, porque no se es feliz con lo que se tiene añorando mas, ademas puede que el tiempo no le espere para disfrutar a su mama, si les explica sus hijos que son la unica familia que le retiene le entenderan. Y lamento su viudez.