martes, 18 de mayo de 2010

No debo amar a mi madre

No hay nada en este mundo que me obligue a amar a mi madre.

Nada tiene que ver el hecho de habitar su cálido vientre durante nueve meses, ni la obligación popular de amar a quién me dio la vida.

Sencillamente, no acepto la imposición social de amar.

Amo, con pasión y sin medida, a esa menuda mujer por la generosidad con que me cuido desde pequeño.

La admiro por su lucha y entrega desde que el esposo la abandonó con su único hijo.

Por la permanente pasión que le pone a lo que hace.

Por su ineludible ejemplo.

Por eso, y por un enorme mar de cosas mas, por eso la amo. Porque merece ser amada. Y no por la fecha o por respetar la tradición.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay argumento que pueda debatir tu punto.

Dichoso el ser humano que puede amar a personas que son dignas de ello.

Saludos

Rodrigo Polo dijo...

Me gustó

GaboRosales dijo...

Coinsido con omarvelz; tu punto es indiscutible, lejos de eso, ¡muy admirable!
Saludos

Anónimo dijo...

como siempre don Aroldo.. excelente !!

Bendiciones..!

Albbita

Edwin Augusto Méndez Lara dijo...

Amén!!