martes, 3 de agosto de 2010

Karate Kid


Cuando salimos del cine con mi hijo, de 8 años, la expresión de él que mas recuerdo es: "quiero conocer la China" y es que la nueva versión de la película Karate Kid es una excelente promoción turística del mencionado país.

Los paisajes, las costumbres y la breve muestra de la vida cotidiana en la China actual es uno de los dos elementos que me impresionaron en la película. Es una clara invitación a visitar un país que, de por si, es muy atractivo. Las escenas en la Muralla China, el Palacio del Dragón y el estadio de Olímpico Nacional de Beijin se combinan de muy buena forma con las imágenes de una tarde cualquiera en un parque de descanso y las escenas en los mercados.

La otra cosa que me llamó la atención es que las relaciones entre personas de razas distintas son hoy muy comunes. Celebro esa idea de involucrar a personas sin distingo del color de su piel y la forma de sus ojos. Somos solo una pequeña aldea global y debemos acostumbrarnos a romper esas barreras imaginarias que nos dividen y agrupan en pequeños corrales.

Al final, cuando veo, reflejada en la mirada de mi hijo, la misma pasión por las artes marciales que sentí al ver la versión original de la película, no puedo mas que sonreír por la alegría de vivir este día junto él.

2 comentarios:

simon dijo...

Q bien GREKO q disfrutes a tus hijos, te felicito por eso. Yo siento igual una felicidad extraña cuando veo como disfruta de algunas cosas q al igual yo disfrute cuando fui patojo.

Edwin Augusto Méndez Lara dijo...

Esas son palabras del corazón, saludos amigo.