miércoles, 3 de noviembre de 2010

Profecias


No me interesa averiguar cuando, ni donde se le ocurrió al ser humano que era posible responsabilizar a los demás por el bienestar propio.
Mi incomodidad es provocada porque ahora lo normal y correcto es que sea otro el encargado de velar por mis necesidades vitales y lograr mi felicidad.
Basta hojear un periódico para observar como los medios de comunicación le otorgan grandes y privilegiados espacios a esta brillante idea que ostenta el calificativo de "políticamente correcta". Se apoya con grandes titulares la distribución de solidaridad, la firma de convenios entre instituciones para la "redistribución equitativa" de la riqueza y a las muestras de generosidad de gobiernos extranjeros.
Ahora es, también, normal que el tránsito se vea obstruido por demandantes cada vez mas exigentes y poco creativos, pues no ven mas alternativa a la violencia para exigir el cumplimiento de sus peticiones. Ignoran, deliberadamente, que de esa forma se convierten en delincuentes chantajistas.
Me aventuro a pensar que el discurso chantajista de los políticos, poblado de ofrecimientos imposibles de cumplir, parece haber echado raices en el pensamiento popular. Los votantes ahora se ven con la autoridad moral para reclamar derechos sin importar la legitimidad de los mismos.
Lo preocupante es la creciente masa de demandantes. Vale preguntarse que sucedería si todos aceptaramos como correctas esas premisas. TODOS nos dedicaríamos a exigir. Seríamos tantos pidiendo, demandando y exigiendo que hasta nos estorbaríamos y arrebataríamos los unos a los otros. Podríamos llegar al punto extremo en que nadie se ocuparía en producir riqueza, si todos nos afanamos en solo distribuirla.
La riqueza bruta no existe, es decir, que la riqueza no la encontramos en la naturaleza solo para tomarla y disponer de ella. La riqueza se crea con la inteligencia y tesón humanos. Si solo nos dedicamos a distribuirla, terminaremos con este bienestar artificial del que disfrutamos.
¿Será ese el cumplimiento de la profecía del 2012?

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