miércoles, 9 de febrero de 2011

Aperto libro


Historia del marqués de Lantenac en El noventa y tres. La nave de los vandeanos navega en medio de la tempestad frente a las costas bretonas, de repente un cañón se suelta del palanquín y mientras la nave escora y cabecea inicia una loca carrera de un costado a otro y, ya que es una bestia enorme, amenaza con cargarse babor y estribor. Un artillero (ay, el mismo por cuya incuria el cañón no estaba debidamente amarrado), con coraje sin igual, en la mano una cadena, se arroja casi debajo de la bestia, que está por aplastarle, y la detiene, la amarra, vuelve a meterla en su pesebre, y salva la nave, a la tripulación, a la misión. Con sublime liturgia, el terrible Lantenac hace formar a los hombres en cubierta, alaba al valiente, se quita del cuello una importante condecoración, se la impone, le abraza, mientras la tripulación lanza al cielo sus hurras.

Después Lantenac, adamantino, recuerda que él, el condecorado, es el responsable del accidente, y ordena que lo fusilen.

¡Esplendido Lantenac, virtuoso, justo e incorruptible!


El pendulo de Foucault

Umberto Eco

1 comentario:

Edwin Augusto Méndez Lara dijo...

Estoy en las primeras páginas de éste libro y está "nave". Lo bueno del kindle es que el primer 10% aprox. es gratuito y da la oportunidad de saber si el libro gustará o no.