lunes, 17 de noviembre de 2008

Eunucos

Castración , en seres humanos y animales, es la acción de retirar, mediante cirugía, los órganos sexuales. Los testículos, en los machos, y los ovarios, en las hembras. Esto causa esterilización.
Los propósitos y consecuencias de dicha acción, en los seres humanos, han variado en las diferentes culturas y épocas. Actualmente es una práctica limitada a las mujeres, en algunas regiones islámicas de África, y a los animales domésticos. En el caso de las mujeres es una abominable mutilación consecuencia de prácticas religiosas fanáticas y no se refiere a la eliminación de los ovarios, sino a la mutilación del clítoris.
La castración en nuestros tiempos sería vista, principalmente por los protectores de los derechos humanos, como un acto de depravación intolerable. Con justa razón. Porque no solo se priva a un ser humano de su derecho a la procreación, sino que además se afecta su autoestima. Como ejemplo de esto último, podemos mencionar a las mujeres que sufren de extirpación de los senos, deben ser apoyadas para superar el trauma.
Lo que no logro entender, es como la sociedad acepta la castración “mental” como una situación normal. Siendo la característica distintiva del ser humano su capacidad de pensar; es impactante observar como una gran cantidad de especímenes de la raza humana renuncian voluntariamente a su divino derecho. Se dejan pastorear, en completa mansedumbre, por líderes que pretenden satisfacer sus mezquinos e irracionales intereses personales inmediatos, los cuales son contrarios a los de los dirigidos . Es obvio que la sumisión obedece a intereses personales de supervivencia. Lo que no es evidente es el costo que pagan, los sacrificados, por la aparente comodidad. El doloroso costo que semejantes miopes no alcanzan a percibir es que sacrifican su mayor fuente de satisfacción: la del logro obtenido por mérito individual. No se a donde nos lleve la pretendida “solidaridad” promovida por los políticos de turno, pero temo que castren las aspiraciones de sus beneficiarios, porque favorecen la cultura de un estado paternalista que esta obligado a satisfacer hasta las demandas mas elementales de unos individuos incapaces. Incapacitados por las “buenas intenciones” que ocultan los intereses reales de los gobernantes.
Bien dicen que la necesidad es la madre de la ciencia.

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