martes, 22 de febrero de 2011

Chamusca


...no existe ningun trabajo despreciable, sino tan sólo personas despreciables a quienes no les interesa hacerlo.
La rebelión de Atlas
Ayn Rand

En alguna parte, apunta Umberto Eco que todas las civilizaciones han reservado unos días del año para el juego, son dias de libertad a los que llamamos carnaval. Pero para que el carnaval sea bueno y hermoso debe ser corto.

Vivir esperando que suene el timbre del recreo, nos hace perder de vista el propósito de asistir a un centro de estudios. Mantener la vista fija en el reloj que marca la hora de salida del trabajo, nos impide realizarnos productivamente, el trabajo es mas que el medio para llevar pan a mi mesa, es la oportunidad de sentirme útil, de ser útil. En el trabajo puedo aprender, crear, puedo sembrar la semilla de una autoestima sana basada en mis logros personales.

Si solo vivo para la hora de recreo o para el fin de semana desperdicio horas vitales de mi vida. Tengo conocidos que se visten como futbolistas, se cortan el pelo para lucirlo en la chamusca del fin de semana, viven leyendo revistas de deportes y viendo repeticiones repetidas de partidos antiguos. Ellos existen de carnaval en carnaval, de chamusca en chamusca y se olvidan de vivir intensamente cada instante que está al margen de la fiesta.

Esperar la hora de salida o el fin de semana para dedicarnos a vivir significa renunciar a la mayor parte del tiempo del que disponemos. Arjona canta que "el cabrón del calendario no te hace jamás ningún favor" y si al final del camino nos sorprendemos lloriqueando por el tiempo que perdimos esperando nuestro turno de vivir, recordemos que la responsabilidad fue solo nuestra.

2 comentarios:

Edwin Augusto Méndez Lara dijo...

Lo bueno de la chamusca no es la chamusca, sino los octavos que nos disparamos con los muchachos despues del partido y, ya octaveados podemos disfrutar mejor del partido a través de lo comentarios de las heroicas jugadas.

GaboRosales dijo...

Muy acertado... Felicitaciones