Hace algunos años, un amigo que tenía una mueblería en la ciudad capital, estaba pasando una etapa de ventas muy bajas. Un domingo por la tarde, que le tocó en soledad, hacer turno de atención al público, la nula afluencia de visitantes lo tenía desesperado. Cuando estaba a punto de cerrar se parquearon dos vehículos de modelo muy reciente frente a su puerta. De uno de ellos descendieron 3 o 4 hombres fuertemente armados que lo asustaron, observó para todos lados buscando auxilio, pero no había nadie alrededor en ese momento. Instantes después se bajaron del otro vehículo una pareja de esposos y la señora le preguntó por literas. El susto pronto pasó a ser gozo pues realizaron una generosa compra que cancelaron en dolares. ¡Le salvaron el mes! Cargaron con los muebles y nunca mas supo de ellos.
Una estimada amiga que tiene un restaurante en Sololá me contaba que ese mismo perfil de gente suele salvarle los días. Ella me asegura que mucha de la industria local no se sostendría sin el aporte de este grupo social.
Todos somos testigos de la inversión en negocios que crecen de la noche a la mañana sin mucha explicación. En todas la áreas de la industria y comercio. En ellos vemos rostros de gente agradecida porque tiene empleo y también vemos rostros de consumidores felices.
Lo único que empaña el negocio del narcotráfico es la violencia asociada a sus labores. El daño que provoca el consumo de los estupefacientes de ninguna manera es comparable al que provoca mantener en la ilegalidad la producción y distribución.
Veamoslo bien, la ley no impide el consumo; aunque ese es el pretendido propósito. El día de hoy, quien asi lo desee, puede conseguir toda la droga que quiera y puede consumirla a su completo gusto. No hay poder que se lo impida. El inconveniente estriba en que para que esa persona pueda consumir, es necesaria una estructura de violencia que afecta a todos por igual. Consumidores y no consumidores.
4 comentarios:
Creo que todos en algún momento, directa o indirectamente, hemos recibido dinero proveniente del narco. En mi caso tengo cierto grado de certeza de dónde provienen los ingresos de los clientes... pero siempre hay un margen de error y no sé de dónde vienen los ingresos de sus clientes.
Las drogas ilegales son un bien más, como cualquier otro, pero mal visto por nuestra sociedad bajo falsas ideas de ética y moral.
Gracias por su comentario Luci, después de publicado me quedé pensando sobre la conveniencia de haberlo hecho, porque pareciera que hago una defensa oficiosa de los narcóticos. Pero mi propósito no es ese y su comentario me permite verificar que no me explique mal.
El tema es muy interesante, porque no puede ser explotable el mercado de narcoticos? Es una realidad que dificilmente va a lograrse combatir porque es una estructura que esta fuertemente immersa en nuestra sociedad, es como hablar de eliminar la corrupcion de nuestros gobiernos...
Don Meme: Es entonces cuando me pregunto, ¿quién sale ganando al mantener en la ilegalidad el narcotrafico? Solo veamos el presupuesto de los gobiernos y tal vez tengamos un indicio
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