miércoles, 18 de enero de 2012

Tarde



Tarde aprendí que debía callar, ya había dicho lo que pensaba.
Tarde me enteré que la capacidad no vale para progresar en los empleos, ya había ofendido a quienes deseaban mantener las aguas calmadas.
Muy tarde me enteré que al único que debo complacer con mis actos es a mi mismo, ya había sujetado mi vida a la opinión de otros.
Me tardé en comprender que mi felicidad es mi mas grande meta, las cadenas de la religión me ataban sin sentirlas y me dediqué a atender los intereses de otros.

Ojalá no sea tarde para empezar, otra vez, de nuevo...



5 comentarios:

Anónimo dijo...

cuando hablas de religion ?te refieres al matrimonio?. Son esas las cadenas que atan y creyendo en eso tratas de agradar a otros.

elultimodepaz dijo...

Me refiero a las cadenas del alruismo. Son afirmaciones como: la verdadera felicidad está en servir a los demás... a ese tipo de cosas que dicen en las iglesias.

elultimodepaz dijo...

Perdón, quise decir "altruismo"

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo hay gente capaz y por eso conservan buenos empleos, y la felicidad no esta en ser feliz solo yo, ver a mis nietos y la realización de mis hijos me hace feliz.

elultimodepaz dijo...

Acepto que hago una generalización al aseverar lo relativo al empleo, pero es deliberada, para hacer enfasis en lo común que resulta encontrar incapaces reteniendo puestos solo por su capacidad política.
Al ver la realización de tus hijos y nietos, con su consecuente felicidad estás pensando en ti mismo, ellos son tus valores y te ves reflejado en ellos.