Lecturas citables
El mayor enemigo de la creatividad es el temor. Cuando tenemos miedo, nos paralizamos, como el niño de nueve años que no quiere dibujar porque teme que todos se rían de él. La creatividad tiene mucho que ver con la disposición para correr riesgos y los juegos ayudan a su desarrollo.
Pensemos en la manera en que juegan los niños: corretean por el patio, se tropiezan, caen, se levantan y siguen corriendo. Confían en que todo saldrá bien. Se sienten capaces, se sueltan. Los buenos empresarios se comportan de forma parecida: pierden 15 millones de dólares, y luego ganan 20; después pierden 30 y los recuperan. Si eso no es jugar, ¡no sé qué es!
Leído en: Selecciones de febrero de 2001, página 119.
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