miércoles, 19 de agosto de 2009

Hermano Presidente

El excelentísimo y digno hermano Presidente, con el apoyo de su consejo de ministros, magistrados y diputados; y lo que es más importante, con la aprobación de la señora hermana presidenta; ha decidido honrar a la patria con el más alto de los sacrificios y únicamente solicita de nosotros, sus hermanitos menores, que lo apoyemos con un voto de fe y esperanza.

Fe en su maravillosa sabiduría y esperanza en la pronta solución de todos nuestros problemas.

Su solicitud es menor, resulta que debemos entregar todo el producto de nuestro esfuerzo en sus manos y en compensación, él, nuestro benevolente hermano mayor, cargará con la parte difícil: la correcta y justa distribución entre todos los hermanitos menores, o sea, nosotros.

Claro que los resultados no se verán inmediatamente y claro, también, que se han cometido errores.

Para evitar los errores del pasado y acelerar los procesos, en un gesto de infinita humildad, ya se ha empezado a contactar a expertos renombrados y con las mejores cartas de recomendación.

Al escuchar la generosa propuesta del hermano Presidente, todos, pero todos, los hermanitos menores, al unísono y a doble mano le hicieron ojitos de cangrejo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Reír por no llorar.

Me he atorado de la risa con el final.

Saludos

Delicattesen La Abuelita dijo...

muy bueno...

Anónimo dijo...

buenisimo el comentario me parecio muy simpatico