sábado, 1 de agosto de 2009

Sacrificio

Cada persona es un fin en si mismo- dijo de repente la doñita.

Quienes la escuchábamos no logramos entender su afirmación y nos dispusimos a atender la explicación que, seguramente, no regalaría a continuación.

Las personas tienen derecho a conquistar sus sueños, a realizar sus aspiraciones.- continuó- Cuando las personas se ven obligadas a sacrificar sus ambiciones para que otros logren las propias, se comete una injusticia que se disfraza de muchas maneras. Algunos te dirán que el bienestar colectivo es superior al bienestar individual, otros te negaran derechos como la libertad y el disfrute del producto de tu esfuerzo; hasta podrían ofrecerte una mejor vida después de esta, si estás dispuesto a sacrificar tu felicidad por la de alguien más.

La doñita se detuvo para reflexionar un momento y continuó diciendo: Tu eres una persona que vale igual que las demás y tienes un propósito en esta tierra; la búsqueda de la felicidad, tu felicidad.

No dijo nada mas.

Nos quedo la impresión de que era necesario profundizar mas en el asunto, pero ella ya no quiso hablar mas esa tarde.

El profundo silencio que nos cubrió fue interrumpido por un solitario colibrí que revoloteaba en el jardín tratando de obtener, de cada flor, el ansiado néctar.

1 comentario:

Edwin Augusto Méndez Lara dijo...

Egoístas¡ Egoístas¡ Solo piensan en sí mismos¡ Solo buscan su interés personal¡ Muchas veces son tan egoístas que hasta perdonan agravios de sus más queridos, porqué? por que piensa solo en ellos mismos, en su interés personal, ¡que egoístas!