Leer o no leer, he ahí el dilema.
La controversia no está en que leer y que no leer. Si dejamos de leer, perdemos la oportunidad de conocer otros mundos, otras vida, muchas ideas y debemos vivir una cultura personal de crecimiento. No podemos dejar de leer, no importa qué y por qué. Leamos por gusto, leamos por morbo, por estudio o por curiosidad, pero leamos.
Supongamos, solo supongamos, que únicamente debiéramos leer literatura profunda y no profana; dígame usted, ¿quién está en posición de decidir que se debe leer y que no? Debiera ser una persona con una cultura muy extensa, por no decidir absoluta, quien dicte la conveniencia de leer determinado libro o no. Un ser libre de inclinaciones religiosas, intelectuales y políticas. Humm, algo difícil, ¿no cree usted? Para empezar, ese omnipotente ser debiera restringir la libre posibilidad de escribir y crear. Reglamentar los blogs, sería un buen inicio. No tiene sentido escribir algo que nadie va a leer.
El único que puede decidir que leer y que no, es el lector, individualmente, y solo esta en posición de emitir opinión después de haber leído el libro sujeto de crítica. Entonces, y solo entonces: rómpalo, destrócelo, machúquelo y recomiéndelo a sus enemigos si no le gustó o a sus amigos si le gustó.
No puedo imaginar mi biblioteca sin los “monos” de Rius, sin las novelas de Agatha Christie y de Sir Arthur Conan Doyle, o los chistes de Memin Pinguín y Kaliman. Las novelas de Harry Potter, El Alquimista, El Quijote, Cien Años de Soledad y Los poemas de la izquierda erótica comparten entrepaños, adornan mi espacio personal con sus particulares aportes y no estoy dispuesto a prescindir de uno solo de ellos por imposición de alguna dictadura del intelecto.
Por otro lado, me cuesta aceptar en los lugares privilegiados de mis estantes a la “Divina Comedia” y a “El paraíso perdido” por el solo hecho de ser clasificados como clásicos, sin haberme formado una opinión crítica individual.
Insisto, leer o no leer es el dilema.
7 comentarios:
Muy bueno. Estoy de acuerdo con lo planteado. Favorablemente es nuestro el derecho de escoger. Con quien siempre estaré en desacuerdo es con quienes, pretendiendo ser intelectuales, recomiendan cualquier cosa que no aprovecha en nada y no es la clasificada literatura light necesariamente.
Saludos
Muy a tono con lo que leímos hace unos días de la literatura light, estoy de tu lado Aroldo, si leemos no es para pasar a formar parte de las filas de los intelectualoides o faunas semejantes, tan solo es el placer el que nos mueve.
¿Qué pasó? No mencionaste a Osho!
Atinadisimo tu punto de vista Aroldo, uno y solo uno decide lo que lee, lo importante es hacerlo, a mi en lo pesonal, el leer ha transformado mi forma de pensar, ha ensanchado mi mente, sin embargo no rechazo recomendaciones, al final la decisión siempre será mia y de nadie más.
Saludos
Sobre el dictamen de qué es clásico o no. Tenemos El Canón de Occidente de Harold Blum...
Si embargo, quién nos dice que es clásico o no.Al fin y al cabo nuestra biblioteca augura hojas cargadas de tinta con las emociones que forman parte de nuestro mundo y eso las hace valiosas. Mezclemos Ilíada con La sangre de dios!
Omar, cierto, no a la tiranía de los sabios.
jeanfer, la busqueda de la felicidad provoca placer
EdMen,se me olvido Osho, junto a Chopra, De Mello y Gibran
Walf, leer transforma y enriquece.
Vanessa, Bloom esta entre los pendientes de leer, tengo a la par ¿dónde se encuentra la sabiduría?
Gracias a todos por su visita y por sus comentarios, tambien los de Tutuista en Twitter.
"Leer o no leer" diste n el punto con lo d la lectura, quién está en posición d decidir q se debe leer y que no? "EL LECTOR"
Ademas de memin pinguin y kaliman yo agregaria "Samurai" el samurai blanco.
Tutuista
Publicar un comentario