Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito. Aristóteles.
El candidato habló, el pueblo le oyó, el incauto creyó y el oportunista aprovechó la ocasión.
Perorata, incredulidad, ilusión, oportunismo; la tradición se repitió.
En fin de cuentas acortamos la historia para no hacer mas largo el cuento.
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