Que duro la pasaron los que fueron guerrilleros en la época de la guerra interna que vivimos los guatemaltecos. Imaginemos a esta pobre gente viviendo en la selva, sin comida, sin casa, viviendo a la intemperie, con el enemigo pisandoles los talones, sin la posibilidad de encender fuego para calentar una simple taza de café porque el humo los delataría. En temporada de invierno, las cosas se ponían peor. Nunca podían permanecer en un lugar por mucho tiempo porque se ponían en riesgo.
Cuando llegaban a una comunidad a tratar de reclutar gente para su causa debían ser muy cuidadosos para no incluir infiltrados que posteriormente los pudieran denunciar.
Impresiona oír relatos que cuentan lo sanguinarios que fueron los enfrentamientos entre hermanos guatemaltecos.
Y todo ¿para qué?, si los únicos favorecidos con esta guerra fueron los dirigentes guerrilleros de cuello blanco que jamás tomaron un arma y nunca pasaron hambre en la montaña. Para defender unos ideales que la historia se ha encargado de demostrar que son equivocados.
Hoy urge armar una nueva guerrilla, una guerrilla urbana cuyas armas sean la razón y la integridad individual para hacer frente a un gobierno formado por unos políticos corruptos que mantienen hundida a la nación en esta posición de pobreza e ignorancia.
Si unos ideales equivocados empujaron a unos pocos guatemaltecos a poner en riesgo su vida, imaginemos lo que pueden hacer por nosotros unos ideales apoyados en los principios correctos. El resto depende de nosotros. Depende de que tengamos el coraje de decir no a la corrupción, no a mas impuestos. Depende de que digamos si a la honestidad y a que no callemos ante la injusticia.
2 comentarios:
Uff que susto me diste amigo "...De Paz", Estoy de acuerdo en tu último parrafo totalmente.
En los dos primero párrafos no estoy de acuerdo debido a que tuvieron la opción de no pertenecer a una guerrilla sanguinaria que usó a aldeanos como escudo humano para luego culpar al ejército guatemalteco, en muchos casos tienen su cuota de responsabilidad, de las babaries que el departamento de propaganda capitalizó y público en Europa de donde provenía la mayor parte de sus fondos y la otra parte la obtuvieron de extorsiones y secuestros. ¿pobre gente?
Lo que sucede es que necesito creer que las intenciones de los "enmontañados" fueron buenas. Sino, tendría que perder completamente la fe en el ser humano. Que fueron irresponsables sus actos, nadie se los quita, pero eso sucede cuando el hombre renuncia a su obligación de utilizar la razón para analizar sus acciones antes de efectuarlas.
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