Ayer me enteré, por medio de una carta de un lector de Prensa Libre, que don Mono de Oro, dueño y señor de esta ciudad, retiró las vallas publicitarias de la carretera al Salvador porque allí desea instalar pantallas electrónicas de una empresa de su propiedad.
La semana pasada cuando me estacioné en la segunda avenida de la zona 10, me di cuenta que habían retirado los parquímetros. Ahora me pregunto, que planes tendrán para clavar a los usuarios de parqueos callejeros y engrosar las billeteras del susodicho propietario de la ciudad.
Respeto los logros de Don Mono de Oro, pero creo que ya es tiempo de cambiar de patrón de la ciudad porque ya no estamos en tiempos de señores feudales sino en época servidores públicos.
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